¿Cuánto se les paga a los alcaldes de Utah? ¿Y por qué?

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Se sientan entre los miembros del concejo municipal: presentan presupuestos, negocian acuerdos con sus homólogos y, en días especiales, cortan cintas.

Sólo un puñado de alcaldes en las ciudades de Utah tienen responsabilidades de tiempo completo, y lo que se les paga, en salario y beneficios, varía ampliamente.

En West Valley City, la segunda ciudad más poblada de Utah, la alcaldesa a tiempo parcial Karen Lang gana más de $46.000 en salario, más $21.000 en beneficios. Lang es miembro del Concejo Municipal y tiene los mismos poderes de voto que los demás miembros del concejo, aunque, como alcaldesa, también realiza funciones ceremoniales.

La alcaldesa de South Jordan, Dawn Ramsey, también trabaja a tiempo parcial. Pero su trabajo, como el de muchos alcaldes a tiempo parcial, representa más bien un compromiso de tiempo completo. Luego de un mandato, Ramsey recibió un aumento salarial sustancial, lo que elevó su compensación a $125.000 más $42.813 en beneficios y la puso a la par de algunos de los llamados alcaldes fuertes del Valle de Salt Lake.

Ramsey no es la alcaldesa mejor pagada entre las principales ciudades de Utah, según cifras de oficinas de diferentes ciudades y el sitio web del auditor estatal, Transparent Utah. Ese honor es para Mike Caldwell de Ogden, quien ganó $211,378 en salarios y beneficios en 2022. Le siguen la alcaldesa de Salt Lake City, Erin Mendenhall, que ganó $197,110 el año pasado, y la alcaldesa de Provo, Michelle Kaufusi, que recibió $194,429 en 2022.

Sin embargo, ningún alcalde de las ciudades más grandes de Utah gana más que los administradores municipales mejor pagados. Encabezando la lista está el antiguo administrador municipal de West Valley City, Wayne Pyle, quien ganó $367,011 en salarios y beneficios en 2022. (El administrador municipal de Orem, James Davidson, ganó $387,143 en salarios y beneficios el año pasado, pero eso incluyó un paquete de indemnización, ya que Davidson renunció a finales de año. El administrador interino de la ciudad de Orem, Brenn Bybee, gana $259,085 en salarios y beneficios.)

Es una diferencia que muchas veces puede explicarse por las formas de gobierno de cada ciudad.

Alrededor de una docena de ciudades de Utah, incluidas Salt Lake City, Ogden y Sandy, tienen un sistema de alcaldes fuertes. Según esa configuración, el alcalde encabeza el poder ejecutivo y el concejo municipal funciona como órgano legislativo. Es similar a cómo funciona el estado, con la oficina del gobernador y la Legislatura como poderes iguales.

La mayoría de las ciudades de Utah, por otro lado, operan bajo un sistema de “concejo-administrador”, en el que el alcalde es un miembro del concejo municipal, y muchas funciones del ejecutivo son manejadas por un administrador municipal contratado.

Hay desacuerdo entre los funcionarios en ciudades de Utah sobre qué sistema es mejor. Contratar a un administrador municipal significa tener “alguien que esté capacitado profesionalmente en todos los diferentes aspectos en los que se gestiona una ciudad”, dijo Wayne Pyle, quien ha sido administrador municipal de West Valley City durante los últimos 21 años.

El alcalde de West Jordan, Dirk Burton, el primero en ese puesto desde que la ciudad cambió al sistema de alcalde fuerte, dijo que la ventaja es que “tienes ese contacto directo allí, lo que significa que se escucha a los residentes. Los administradores de la ciudad no responden ante los residentes. Responden ante el concejo en su conjunto”.

El acuerdo del South Jordan

South Jordan y la mayoría de las ciudades con el sistema de “concejo-administrador” tienen concejos de seis miembros, con un alcalde que dirige las reuniones. En South Jordan, Ramsey y el concejo delegan cierta autoridad en un administrador municipal contratado, quien cumple las funciones de un poder ejecutivo con el asesoramiento del concejo.

Como alcaldesa, Ramsey preside el Concejo Municipal, pero no tiene voto, a menos que tenga que desempatar, lo que no ha sucedido desde que asumió el cargo.

“Nunca he tenido la oportunidad de votar”, dijo. “Sin embargo, [ser] presidente del concejo me da la oportunidad de ejercer una gran influencia en lo que sucede”.

Aunque en teoría el trabajo de Ramsey es a tiempo parcial, dijo que rara vez pasa menos de 50 horas a la semana trabajando como alcaldesa.

“Es una responsabilidad muy ocupada y exigente, lo cual es realmente desafiante cuando tienes otra carrera de tiempo completo”, dijo. “Pero muchos [alcaldes] lo hacen; la mayoría de ellos [lo hacen]”.

Ramsey dijo que prometió mantener ese compromiso de tiempo cuando se postuló para el cargo, pero agregó que no espera que su sucesor siga ese cronograma.

Por su parte, Ramsey no aboga por cambiar la forma de gobierno del South Jordan.

“Tenemos esa constante de ese administrador municipal profesional, para ayudar a que las operaciones diarias funcionen sin problemas”, dijo. “Nunca se sabe quiénes serán los funcionarios electos en cualquier forma de gobierno”.

En 2022, el Concejo Municipal aumentó el salario de Ramsey a niveles comparables a los de algunos alcaldes de tiempo completo en Salt Lake Valley para reflejar sus horas y su arduo trabajo. El salario base sigue siendo el mismo; el concejo añadió una bonificación por pago por mérito.

Al principio Ramsey rechazó la idea. “Sabía cuál era el salario y de todos modos me ofrecí a trabajar a tiempo completo, y así lo hice durante todo el primer mandato”, dijo. “En realidad, me llevó años aceptarlo”.

El aumento salarial, dijo Ramsey, está “bajo la advertencia de que si decido dar un paso atrás y no dedicar todas estas horas, podría volver a trabajar solo a tiempo parcial. … Y si quiero, puedo, pero luego me quitan ese pago adicional por mérito”.

Discusión sobre alcaldes fuertes

De vez en cuando, una ciudad con un gobierno concejo-administrador considera cambiar a un sistema de alcalde fuerte. Pero, por ahora, no hay iniciativas en ayuntamientos o entre residentes de ninguna ciudad del condado de Salt Lake que busquen realizar tal cambio.

“Ha sido poco común cambiar las formas de gobierno”, dijo Cameron Diehl, director ejecutivo de la Liga de Ciudades y Pueblos de Utah. “Es difícil sacar una conclusión sobre qué ha precipitado un cambio en la forma de gobierno”.

Las ciudades más exitosas, dijo Diehl, son aquellas donde el alcalde, el concejo y el personal trabajan juntos en armonía, dividiendo responsabilidades específicas hacia los objetivos compartidos de la comunidad. Eso es cierto, dijo, sin importar qué forma de gobierno utilice la ciudad.

West Valley City tiene un concejo de seis miembros con un alcalde votante (diferente al concejo de cinco miembros de South Jordan con un alcalde que sólo vota para romper empates) y un administrador de la ciudad que dirige el poder ejecutivo. Es un sistema poco común, porque la ley estatal prohíbe a las ciudades cambiar a él, y sólo las ciudades que tenían el sistema antes de que se cambiara la ley en 2008 pueden implementarlo. (Otras ciudades, además de West Valley City, que utilizan el sistema incluyen Cottonwood Heights, Holladay, Orem y Brian Head).

La primavera pasada, el Concejo Municipal de West Valley discutió la idea de incluir una iniciativa de cambio de gobierno en la boleta electoral de noviembre. Wayne Pyle, administrador de la ciudad de West Valley, presentó los pros y los contras del sistema actual y el modelo de alcalde fuerte.

“Esta pregunta surge cada pocos años aquí en West Valley, y no tiene nada de malo desde el punto de vista del interés político de la ciudadanía”, dijo Pyle, quien planea jubilarse el próximo año. “Si se convirtiera en una pregunta, haría todo lo posible para alentar a los residentes a reconocer y darse cuenta del enorme progreso que hemos logrado en la corta existencia de la incorporación de West Valley [en 1980]”.

El caso de un administrador municipal

“Soy parcial”, dijo Pyle sobre el sistema de concejo-administrador, que señaló es común en todo el país. Reconoció que con un alcalde fuerte, los electores están más familiarizados con quién dirige la ciudad, pero, para él, contratar a un administrador municipal es mejor.

Un administrador capacitado profesionalmente, dijo Pyle, comprende temas tales como “desarrollo económico, seguridad pública, responsabilidad legal o asesoramiento legal, finanzas, personal, parques, recreación”. Pyle, por ejemplo, obtuvo su formación en administración pública.

Dado que los mandatos de los alcaldes expiran cada cuatro años, dijo Pyle, es difícil para ese funcionario adquirir la experiencia de un gerente contratado. Un gerente también brinda estabilidad al personal de la ciudad, ya que trabajan para el mismo jefe a lo largo del tiempo.

Además, dijo Pyle, los alcaldes fuertes generalmente también tienen que contratar a su propio director administrativo, por lo que un administrador municipal puede ser una opción más económica.

Los salarios y beneficios de Pyle para 2023 ascendieron a $367,011, según Transparent Utah, poniéndolo entre los administradores no electos mejor pagados en las principales ciudades de Utah. Eso sigue siendo menos que los salarios combinados de, por ejemplo, el alcalde y el director administrativo de Ogden, que en 2023 suman un total de 489.294 dólares.

El Concejo Municipal de West Valley finalmente decidió no implementar el cambio por ahora, y pasó la fecha límite para incluir el tema en la boleta electoral de otoño.

Algunos en West Valley City, como Tom Huynh, concejal y alcalde interino, todavía están considerando la cuestión.

“La forma actual de gobierno que tenemos básicamente tiene demasiadas capas”, dijo Huynh. “Con la forma de gobierno de alcalde fuerte, básicamente se trabaja con el alcalde y el concejo, y estas personas son gente local. Saben dónde está el bache. Saben dónde tiene un problema el parque”.

Huynh dijo que los cambios presupuestarios y otras cuestiones pueden quedarse estancadas en la oficina del administrador de la ciudad, lo que dificulta la reducción de costos o la ejecución de ordenanzas, debido a limitaciones presupuestarias o de personal.

Y, con un administrador municipal no electo, dijo Huynh, es posible que los electores no sepan quién toma las decisiones.

Un tipo diferente de estabilidad

West Jordan, la tercera ciudad más poblada de Utah, no ha elegido alcalde para un segundo mandato desde 1977. El trabajo del administrador de la ciudad también ha experimentado repetidas rotaciones: de 2010 a 2020, seis funcionarios diferentes ocuparon el cargo, según The West Jordan Journal.

La ciudad experimentó otro cambio en 2020: después de que una iniciativa de base fuese aprobada por un estrecho margen en 2017, West Jordan pasó de un sistema de concejo-administrador a un gobierno de alcalde fuerte.

El primer alcalde de West Jordan elegido bajo el nuevo sistema, Dirk Burton, se postula ahora para la reelección, y algunos se preguntan si el sistema de alcalde fuerte dará más estabilidad a la ciudad.

Antes de su elección en 2019, Burton dijo que era uno de los que presionaban por un alcalde fuerte.

Un argumento en contra de ese sistema (que el cambio podría costarle más a la ciudad) “terminó no siendo información precisa”, dijo Burton. Las necesidades de personal del gobierno de West Jordan no son las mismas que las de las grandes ciudades, como Salt Lake City, dijo. “La cantidad de empleados que tenemos en la ciudad en este momento es en realidad menor que cuando me convertí en alcalde por primera vez”.

En el apogeo de la pandemia de COVID-19, Burton recortó puestos en todos los departamentos de la ciudad. Algunas han sido restauradas, pero no todas.

El nuevo sistema está funcionando bien, afirmó Burton. La ciudad creó el puesto de director administrativo, para trabajar junto con el alcalde. Los fondos para la ciudad han aumentado, dijo, debido a las relaciones del alcalde con funcionarios federales, estatales y del condado.

Lo más importante, dijo, es que los residentes no están confundidos acerca de quién dirige la ciudad y a quién pueden plantear sus problemas.

Tener un administrador de la ciudad a cargo, dijo Burton, significa “tienes esa capa adicional de burocracia que dificulta servir a los residentes”.

Su oficina tiene más poder, pero siempre hay una discusión de la que se mantiene al margen: su paquete de compensación de 153.000 dólares.

“No me postulé para estar aquí por la cantidad de dinero que recibo. Me postulé para ser alcalde para brindar un servicio a nuestros residentes”, dijo Burton, propietario de una empresa contratista de electricidad antes de dedicarse a la política de la ciudad. “Sabía que podría ganar menos dinero como alcalde, pero eso me parecía bien”.

Aclaración • Una versión anterior de esta historia enumeraba al administrador de la ciudad de Orem como el mejor pagado en ese trabajo entre las principales ciudades de Utah, pero su figura incluía un paquete de indemnización, ya que renunció a fines de 2022.

Alixel Cabrera es miembro del cuerpo de Report for America y escribe sobre el estado de las comunidades en el lado oeste del Valle de Salt Lake para The Salt Lake Tribune. Su donación para igualar nuestra subvención RFA la ayuda a seguir escribiendo historias como ésta; Considere hacer una donación deducible de impuestos de cualquier monto hoy haciendo clic aquí.

Traducción por Alixel Cabrera.