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Nota del editor • Este perfil es parte de la cobertura de The Salt Lake Tribune de las elecciones especiales del Congreso de este año. Los perfiles de Celeste Maloy y Becky Edwards se pueden encontrar en estos enlaces. La próxima semana se publicará un perfil sobre la candidata demócrata Kathleen Riebe.
Si buscó “establecimiento republicano” en el diccionario, es probable que encuentre una foto de Bruce Hough. Ha sido un jugador importante en Utah y en la política republicana nacional desde mediados de la década de 1990, sirviendo como presidente del partido estatal y ocupando un asiento en el Comité Nacional Republicano.
El currículum de Hough se lee directamente del casting central para un republicano de la era Bush que espera llevar su éxito empresarial a un cargo electo. Se ha rumoreado que es un candidato potencial durante varios años, pero solo decidió hacer su primera incursión en la boleta electoral luego de la sorprendente decisión de renunciar del representante Chris Stewart.
“Nunca ha sido el momento adecuado. Las obligaciones eclesiásticas, la familia o los negocios siempre se interpusieron en el camino”, relató Hough. “Miré a mi esposa, y ella me miró, y me dijo: ‘En realidad podrías hacer esto’”.
El éxito comercial de Hough y la riqueza personal resultante es quizás la única razón por la que todavía está en la carrera para reemplazar a Stewart. Si bien participó en la convención republicana especial de junio, donde los delegados nominaron a Celeste Maloy, Hough calificó para las primarias después de gastar casi $170,000 de su propio dinero en la recolección de firmas.
Sería lógico pensar que las sensibilidades de la vieja escuela de Hough podrían encontrar cierta resistencia frente al giro populista que ha tomado el Partido Republicano en los últimos años. Pero, mientras hacía campaña, esa larga experiencia lo ha imbuido de la inteligencia política para adaptarse al panorama electoral cambiante.
La campaña de Hough recientemente presentó varias proyecciones de la película biográfica de Tim Ballard “Sound of Freedom”, que se ha convertido en una sensación en la derecha política. Las aproximadamente 40 personas que asistieron a la función en West Valley City fueron ampliamente superadas en número por la horda de cinéfilos vestidos de rosa que estaban allí para ver “Barbie”, pero Hough pasó un tiempo charlando con cada uno antes de dirigirse al cine.
Prioridades políticas
Hough se describe a sí mismo como un “conservador de centro-derecha” y “conservador de movimiento”, con su política principal enfocada en una mayor responsabilidad fiscal para el gobierno federal. Aún así, su plan para controlar el gasto deficitario y el aumento de la deuda es menos extremo que el de algunos conservadores que quieren recortes más drásticos.
“Necesitamos reducir la velocidad del barco del estado de su tasa de crecimiento del 4 por ciento a incluso el 1 por ciento. No estoy diciendo parar o retroceder. Solo digo que debemos llegar al punto en que la economía crezca más rápido de lo que crece el gobierno. Si podemos hacer eso, estamos ganando y reduciendo la deuda”, dice Hough.
Las otras propuestas de política de Hough son lo más conservadoras que se pueden encontrar. Él cree que las tierras públicas están mejor administradas a nivel local y estatal que por el gobierno federal, y planea hacer retroceder las regulaciones federales que siente que están más allá del alcance de lo que pretendía el Congreso.
Fortalecer la defensa nacional y presionar por una reforma migratoria son otras partes clave de su plataforma.
Colaboración, no insultos
Si bien la política de Washington tiende a ser polarizada y tribal, Hough dice que ese no es su estilo. Él dice que la cooperación, no el lanzamiento de bombas retóricas, es la mejor manera de hacer las cosas.
“No creo en los insultos. Intento escuchar a los demás y comunicarme con ellos de forma respetuosa y productiva. Si podemos crear esas relaciones, llegaremos a mejores soluciones y mejores acuerdos”, dijo Hough.
Esa promesa de ser colaborativo no es solo pablum para la campaña electoral, que se abandona fácilmente una vez que llega a Washington, según quienes han trabajado con Hough en la arena política. El ex presidente del Partido Republicano de Utah, Carson Jorgensen, dice que el estilo cooperativo de Hough podría ser muy efectivo en Washington.
“Es un conservador de la vieja guardia. No sale al frente en los problemas, pero trabaja duro detrás de escena para hacer lo correcto”, dice Jorgensen.
Thomas Wright, otro ex líder republicano de Utah, está de acuerdo con esa evaluación.
“Bruce es un conservador que aporta una amplia experiencia empresarial y sentido común a cada conversación. En momentos controvertidos o difíciles, adopta un enfoque constante que incluye escuchar y colaborar, al mismo tiempo que se mantiene fiel a sus principios”, dijo Wright.
Si los votantes envían a Hough a Washington a finales de este año, dice que hay varias asignaciones de comités que agradecería.
“Sería increíble si [el presidente de la Cámara] Kevin McCarthy dijera: ‘Oye, Bruce. Sabemos que tienes mucha experiencia y serías un gran reemplazo para Chris Stewart en las asignaciones”, dice Hough.
También estaría interesado en un asiento en el Comité de Servicios Armados de la Cámara debido a la importancia de la Base de la Fuerza Aérea de Hill para la economía de Utah. El representante Blake Moore se retiró de ese panel a principios de este año para tomar asiento en el prestigioso comité de Medios y Arbitrios. Dondequiera que termine Hough, dice, espera que sea más un caballo de batalla que un caballo de exhibición.
“No voy a competir por la cámara y prometer que eliminaremos al Departamento de Educación u obtendremos una enmienda presupuestaria equilibrada. Si creemos que hay una o dos cosas que podemos hacer ahora mismo, tomaré ese incremento”.
Traducción por Elias Cunningham.
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