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El gobernador de Utah, Spencer Cox, hizo un viaje a la frontera entre Texas y México el domingo y regresó pidiendo tanto al presidente Joe Biden como al Congreso de Estados Unidos que hicieran más para manejar lo que llamó una “crisis” de inmigración ilegal.
“El gobierno federal, una vez más, ha abdicado completamente de su responsabilidad”, dijo Cox el domingo por la noche, en una breve conferencia de prensa frente a la Mansión Kearns.
“El presidente Biden no puede arreglar todo esto, pero puede arreglar la mayor parte con la autoridad que tiene ahora”, dijo Cox, un republicano. “Él lo sabe y su administración lo sabe. Y están optando voluntariamente por no hacer las cosas que podrían evitar que esto suceda, esta catástrofe humanitaria que está ocurriendo en la frontera, con personas que están perdiendo la vida”.
Cox también tuvo duras palabras para el Congreso.
“El Congreso necesita actuar”, dijo Cox. “El Congreso también abdicó de su responsabilidad durante los últimos 40 años de ayudar en algunas de las cosas que están rotas con la inmigración. Alentaríamos al Congreso a hacer su parte”.
Cox habló pocas horas después de una gira por Eagle Pass, Texas, uniéndose a otros 14 gobernadores republicanos por invitación del gobernador de Texas, Greg Abbott, a lo que se ha llamado un “punto álgido” en la crisis de inmigración.
Abbott, respaldado por vehículos y personal militar en una conferencia de prensa después de la gira, dijo que Estados Unidos estaba siendo “invadido” por inmigrantes ilegales de todo el mundo a través de la frontera sur, y que Biden había “ayudado e instigado” la entrada ilegal.
“Si alguien cruza la frontera ilegalmente, el presidente tiene la responsabilidad impuesta por el Congreso de detener a cualquier inmigrante ilegal que haya llegado aquí”, dijo Abbott. “En lugar de detener a inmigrantes ilegales, Biden los ha dejado sueltos por todo el país sin capacidad para determinar con precisión su paradero o lo que pueden estar haciendo”.
Cox no habló en la ventosa conferencia de prensa en Shelby Park, a orillas del Río Grande en Eagle Pass.
Mientras Cox y sus compañeros gobernadores estaban en Texas, un grupo bipartidista de senadores estadounidenses anunció un proyecto de ley de compromiso de 118.300 millones de dólares para acabar con la migración ilegal y acelerar la ayuda de seguridad a Ucrania, informó The New York Times. El acuerdo enfrenta un camino cuesta arriba en un Congreso dividido sobre ambos temas, escribió The Times.
De vuelta en Utah, Cox dijo: “Cada estado tiene inmigrantes ilegales que están llegando a su estado. … Nosotros también estamos siendo afectados”.
Cox mencionó la afluencia de drogas ilegales, como el fentanilo, como una consecuencia de la inmigración ilegal. “Las cifras que se están detectando en la frontera son simplemente alucinantes”, afirmó.
Datos del Cato Institute, un grupo de expertos libertario de D.C., dicen que los inmigrantes ilegales representan sólo una pequeña porción del contrabando de fentanilo. Según el estudio de 2022, el 86,3% de los traficantes de fentanilo condenados en 2021 eran ciudadanos estadounidenses, y más del 90% de las incautaciones de fentanilo se produjeron en puntos de cruce legales o puestos de control interiores de vehículos, no en rutas de inmigración ilegal.
Entre los que hablaron en la conferencia de prensa de Texas se encontraban Abbott, el gobernador Bill Lee de Tennessee, el gobernador Brian Kemp de Georgia, la gobernadora Sarah Huckabee Sanders de Arkansas y el gobernador Greg Gianforte de Montana. Los gobernadores que hablaron dijeron que apoyaban a Texas en sus esfuerzos por asegurar su frontera sur.
Abbott citó el caso de un migrante que aparentemente entró ilegalmente al país cuatro veces y mató a cinco personas en las afueras de Houston en abril pasado. (Según CNN, el hombre, Francisco Oropeza, fue deportado dos veces en 2009, luego en 2012 y 2016. No está claro cuándo regresó por última vez a los Estados Unidos. Fue arrestado cuatro días después de los asesinatos, fue acusado formalmente por un gran jurado en agosto y está a la espera de juicio en abril por cargos de asesinato. Si es declarado culpable, los fiscales dicen que solicitarán la pena de muerte).
“Existe un peligro inminente al cruzar nuestra frontera todo el tiempo”, dijo Abbott.
Eagle Pass se ha convertido en un punto focal en el conflicto entre Biden y el gobernador de Texas, Greg Abbott, sobre la seguridad fronteriza y la inmigración, informa The New York Times. En los últimos dos años, Abbott ha concentrado su programa de vigilancia fronteriza a nivel estatal, conocido como Operación Estrella Solitaria, en la ciudad, que ha sido un punto de cruce popular para grandes grupos de inmigrantes durante la administración Biden, dijo The Times.
La ciudad se ha convertido en el telón de fondo de una creciente lucha legal entre Texas y el gobierno federal, informó The Times, por el despliegue de kilómetros de alambre de concertina y la toma de Shelby Park, propiedad de la ciudad, por parte de agentes estatales encargados de hacer cumplir la ley. La Corte Suprema de Estados Unidos falló en contra de Texas, diciendo que los agentes fronterizos federales podrían continuar cortando o retirando el cable mientras avanza el caso, pero los líderes republicanos en Texas han expresado públicamente su desafío.
Traducción por Elias Cunningham.
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