Miss USA regresa a Utah para celebrar su victoria y sus raíces venezolanas

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En una pared de Arempas, el restaurante venezolano en el centro de Salt Lake City, hay una fila de retratos de mujeres con tiaras, ex poseedoras del título Miss Venezuela que luego fueron coronadas Miss Universo y Miss Mundo.

Siete ganadoras de Miss Venezuela también ganaron Miss Universo, la mayor cantidad de coronas después de Estados Unidos, una señal de que los concursos de belleza son una parte tan importante de la cultura venezolana como el béisbol (su deporte más popular), y que el interés de los venezolanos en el Miss Universo es comparable a la emoción de los estadounidenses por el Super Bowl.

Este año, venezolanos, y particularmente aquellos en Utah, apoyarán a dos concursantes de Miss Universo, porque Noelia Voigt, la primera Miss Utah USA en ganar Miss USA en 50 años, es venezolana-estadounidense.

“Quiero ser muy clara: no estoy tratando de ser Miss Venezuela. Soy verdaderamente Miss USA”, dijo Voigt a The Salt Lake Tribune, unos días después de ganar el certamen. “Pero, por supuesto, creo que es importante honrar mis raíces. Es parte de lo que soy”. Voigt visitó Arempas en 350 S. State St. el sábado, un momento de cierre del círculo, dijo, ya que ese es el lugar donde eligió celebrar su victoria en Miss Utah USA.

Decenas de clientes del restaurante se acercaron a Voigt el sábado para saludarla o tomarle fotos con su banda y tiara de Miss Estados Unidos. Señaló el muro de las reinas de belleza y dijo que esperaba que algún día la agregaran.

Los venezolanos tienen el crecimiento poblacional más rápido entre los latinos estadounidenses, según Pew Research, con un aumento del 236% entre 2010 y 2022, lo que eleva el recuento a 815.000 a nivel nacional. Según el sitio web Caracas Chronicles, alrededor de 20.000 venezolanos viven en Utah, por lo que parte de esa cultura ha permeado, y Voigt, quien fue coronada Miss Estados Unidos el 29 de septiembre, representa esa mezcla.

Voigt, de 24 años, nació en Sarasota, Florida, de madre venezolana y padre estadounidense. Se conocieron en Venezuela, cuando él jugaba en un equipo de béisbol de allí, Las Águilas del Zulia. Dijo que creció con toques de tradiciones venezolanas, como celebrar una gran fiesta en Nochebuena y comer 12 uvas antes de la medianoche en la víspera de Año Nuevo.

Una tradición venezolana más que dijo que practicaba regularmente: ver el concurso de Miss Universo por televisión.

“Siempre me encantó ver a las mujeres en el escenario, y ver lo fuertes y competentes que eran, lo hermosas que eran y lo bien que hablaban”, dijo Voigt. “Tenía muchas ganas de probarlo”.

Una reina de belleza a los 16 años

A pesar de la popularidad de los concursos de belleza en Venezuela, Voigt dijo que su madre no le permitía competir en ellos cuando era niña.

“Uno se pregunta si es bueno que una joven se involucre, si no es una organización realmente sólida y positiva basada en el servicio comunitario”, dijo. “Así que mi mamá me estaba protegiendo de alguna manera para que no me sintiera insegura [si perdía]”.

El interés de Voigt no desapareció, dijo, y a los 16 años, su familia cedió. Voigt participó en el concurso Miss Sarasota Teen USA y ganó.

“Soy implacable”, dijo. “Cuando me propongo algo, voy a trabajar duro para lograrlo. … Y supe que quería competir en concursos. Ese deseo nunca desapareció”.

Voigt dijo que entiende que algunas personas ven los concursos de belleza como instituciones negativas o incómodas, pero encuentra significado en lo que hace, centrándose en los aspectos saludables de los concursos, como su propósito filantrópico.

“No estoy en contra de la competencia de trajes de baño”, dijo, hablando de lo que suele ser la parte más controvertida de los concursos de belleza. (Es algo que la organización rival de Miss USA, la competencia Miss America, suspendió en 2018).

“Siento que es una gran oportunidad para que las mujeres se sientan empoderadas en el escenario y es una tradición de larga data”, dijo Voigt. “Así que personalmente me encanta”.

Lazos de Utah

En su cuenta de Instagram, se puede ver a Voigt cocinando pollo con arroz con su abuela, practicando su desfile en la sala de estar de sus padres (con Giselle Reyes, una entrenadora de desfiles icónica en Venezuela) y bailando con atuendo tradicional venezolano frente al Capitolio del estado de Utah.

Voigt se mudó a Utah en abril para competir en Miss USA, pero dijo que ya ha desarrollado una fuerte conexión con el estado, ya que admira el esfuerzo del gobierno para brindar recursos a los inmigrantes.

“Una de las cosas que me atrajo del estado fue el hecho de que hay una comunidad venezolana tan grande aquí, y siempre quise poder representar un estado donde sentí que podía defender libre y abiertamente a esa comunidad”. ella dijo. “Me encanta Utah y no puedo esperar a que, como Miss USA, tenga un gran impacto no sólo en todo el país, sino especialmente en el estado de Utah”.

Voigt aboga por los derechos y la reforma de la inmigración, y defiende la prevención y la concientización sobre la violencia entre parejas adolescentes. Es voluntaria de One Love Foundation para educar a los jóvenes sobre las señales de advertencia y los peligros de las relaciones tóxicas. Dijo que desearía que dicha capacitación pudiera incorporarse a los planes de estudios escolares de todo Utah.

También escribió “Maddie The Brave”, un libro para niños sobre el acoso escolar, un problema, dijo, que va “de la mano de la violencia en el noviazgo”.

“De hecho, estuve en una relación abusiva cuando era más joven, y muchos de mis amigos estaban exactamente al mismo tiempo. Así que todos estábamos realmente luchando”, dijo. “Y simplemente no entendíamos por qué estábamos pasando por lo que estábamos pasando y cómo salir de ello”.

Ahora ya no tiene esa relación y dijo que espera que otros puedan reconocer las señales que ella pasó por alto si están en relaciones dañinas.

Si bien esas son las principales causas que apoya Voigt, dijo que también espera utilizar su plataforma para promover las causas de sus compañeras concursantes de Miss Estados Unidos.

Por ahora, sin embargo, Voigt tiene una agenda agitada. Tuvo poco tiempo para regresar a su casa en Utah después de ganar Miss USA, y solo faltan unas semanas para su próximo certamen: Miss Universo, que se celebrará en El Salvador el 18 de noviembre.

Es allí donde probablemente se reunirá con su homóloga venezolana, Diana Silva.

“Estoy simplemente emocionada. Espero que la gente decida apoyarla a ella y a mí”, dijo Voigt. “No me gusta derribar a las mujeres ni compararlas unas con otras. Creo que todos hemos trabajado muy duro para llegar a donde estamos”.

Alixel Cabrera es miembro del cuerpo de Report for America y escribe sobre el estado de las comunidades en el lado oeste del Valle de Salt Lake para The Salt Lake Tribune. Su donación para igualar nuestra subvención RFA la ayuda a seguir escribiendo historias como ésta; Considere hacer una donación deducible de impuestos de cualquier monto hoy haciendo clic aquí.

Traducción por Alixel Cabrera.