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Doulas brindan una mano amiga a través del terror y la maravilla del nacimiento. ¿Por qué más mujeres no pueden acceder a ellos?

Un proyecto de ley tiene como objetivo ampliar el acceso a doulas al cubrir los costos de personas con Medicaid.

(Illustration by Christopher Cherrington | The Salt Lake Tribune)

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A lo largo de su embarazo, Annays Foster trató de prepararse para todo. Leyó libros sobre lactancia, se unió a un grupo de madres embarazadas y estableció metas específicas sobre lo que quería después del nacimiento de su bebé, incluyendo esperar unos minutos antes de cortar su cordón umbilical.

Escuchaba constantemente a otras madres. Tomó notas. Pero sin importar la cantidad de información que encontrara, la idea de dar a luz todavía la aterrorizaba. Eso cambió cuando conoció a su doula, Sindi Virgin, quien llegó a la casa de Foster con respuestas, herramientas y un cuaderno para anotar todos sus deseos.

Las doulas sirven como apoyo no médico para las mujeres embarazadas, brindando apoyo emocional y físico antes, durante y después del parto.

“Lo bueno de tener una doula es que ustedes hablan tanto, se conectan tanto, que ella sabe tus preferencias de parto”, dijo Foster. “Porque en ese momento, de verdad llega un punto en que tú no piensas, tú lo que quieres es que ese dolor se acabe.”.

Mirando a atrás, Foster cree que contratar a una doula fue la mejor decisión que pudo haber tomado. Pero esa elección no fue fácil. Tenía curiosidad acerca de los beneficios de tener una guía experta de nacimiento, pero en medio de todos los demás costos asociados con dar la bienvenida a un hijo, una doula era un gasto que su familia podía evitar.

“Le dije a mi esposo ‘no sé, tendríamos que pagar, y si todas las mujeres dan a luz sin una doula, no creo que sea necesario’”, dijo. “Pero no.”

La pareja esperó hasta que Foster tuviera 35 semanas de embarazo para contratar a Virgin, cuando obtuvieron ayuda financiera adicional de una organización. Después de ver los resultados, desearían que muchos otros pudieran tener la misma oportunidad.

La senadora Luz Escamilla, demócrata de Salt Lake City, está patrocinando el proyecto de ley SB 192, que ampliaría el acceso a los servicios de doula para los beneficiarios de Medicaid. Medicaid financió alrededor del 22% de los nacimientos en Utah en 2020.

“Tener una doula a su lado podría marcar la diferencia en tener una experiencia de parto positiva”, dijo Ciriac Alvarez Valle, analista senior de políticas de Voices for Utah Children. Especialmente, dijo Alvarez Valle, para aquellos que se sienten inseguros en el sistema de salud o quienes “quizás no tengan ese conocimiento de qué preguntas hacer o qué esperar”.

Defensores como Álvarez Valle también señalan investigaciones que muestran que las doulas pueden ayudar a reducir las probabilidades de parto por cesárea y depresión posparto. Un estudio que examinó el cuidado de las doulas, los resultados del parto y los costos entre las beneficiarias de Medicaid encontró que las tasas de cesáreas más bajas también podrían ahorrar dinero a los estados.

“Cuando ves los resultados de esos embarazos”, [con doulas], dijo Escamilla, “te das cuenta de que la planificación y la educación realmente tienen un mejor resultado para esas familias”.

Mejorar la salud mental y el bienestar materno es un tema importante en Utah este año. El gobernador Spencer Cox declaró febrero de 2023 como el “Mes de la concientización sobre la salud mental materna” y en esta sesión se están considerando varios proyectos de ley destinados a ampliar los beneficios de atención médica para madres. Algunas de las medidas de salud materna reflejan los esfuerzos de legisladores para brindar opciones a mujeres, madres y niños a medida que la Legislatura toma medidas drásticas contra el acceso al aborto.

“La salud materna es el lugar básico para comenzar a hablar sobre la salud de los niños”, dijo Escamilla. “Porque si la mamá no está sana, entonces ese niño probablemente tendrá un impacto muy, muy negativo, incluso a través de su experiencia prenatal”.

(Rick Egan | The Salt Lake Tribune) La senadora Luz Escamilla le pregunta al senador Dan McCay sobre la HB0467 durante una reunión del comité del Senado, el miércoles 22 de febrero de 2023.

Escamilla, madre de tres hijos, cree que expandir quién puede acceder a los servicios de doulas es una forma más en que el estado puede mejorar resultados para las madres.

“Decimos que somos un estado muy amigable con las familias”, dijo Escamilla, “Necesitamos poner nuestro dinero donde está nuestra boca”.

¿Qué hacen las doulas?

Sara Pixton asistió a su primer parto como doula hace unos cinco años y medio.

“Las doulas principalmente apoyan a sus clientes durante el embarazo al conocerlas, al familiarizarse con sus preferencias de parto y brindarles algunas herramientas para sentirse cómodas durante el trabajo de parto y al conversar con sus proveedores de atención”, explicó Pixton. Durante el trabajo de parto, una doula puede ayudar a moverse a diferentes posiciones o actuar como una especie de intérprete de la “jerga hospitalaria”.

Pixton también se mantiene al día sobre las últimas investigaciones relacionadas con el embarazo y el parto, e informa a las madres sobre diferentes prácticas basadas en evidencia. Su objetivo es asegurarse de que sus “clientes sientan que están tomando decisiones informadas”. Y doulas como Pixton pueden ser un “megáfono” para la voz de una mujer embarazada para que “se escuchen sus preferencias”.

(Cortesía de Sara Pixton) Sara Pixton es una doula que aboga por un proyecto de ley para cubrir los servicios de doula bajo Medicaid.

Algunas doulas pueden brindar apoyo posparto, ayudando a alimentar y cuidar a un bebé durante la noche para que los padres puedan descansar lo suficiente.

“El trabajo de parto y el nacimiento son experiencias físicas y emocionales muy intensas”, dijo Pixton. “Y a veces surgen sentimientos realmente grandes”. Su trabajo es “mantener espacio para esos sentimientos y validarlos”.

“Al final del embarazo, a veces tienes muchas hormonas y solo necesitas un buen llanto”, le dirá Pixton a sus clientes. “Y estoy aquí para ti si necesitas simplemente hacer una llamada telefónica y llorar o hablar sobre una decisión difícil”.

El costo es una barrera

Sin embargo, los costos, que pueden ascender a casi $2,000, hacen que contratar a una doula sea demasiado costoso para muchas familias.

Cuando Pixton estaba embarazada, aprendió sobre las doulas y recordó haber pensado “bueno, eso es bueno para las personas que tienen 1000 dólares extra”. En ese momento, la familia de Pixton no podía pagar el costo adicional.

Mientras que las doulas como ella aceptan clientes en una escala móvil, muchas doulas dependen en el trabajo como una fuente vital de ingresos para sus familias y tienen que encontrar un balance en clientes que pueden pagar su tarifa completa. La demanda de los programas de subvenciones existentes establecidos de forma privada por doulas supera con creces la ayuda financiera disponible, dijo Pixton.

“Creo que es algo que debería estar disponible para cualquiera que lo desee”, dijo Pixton.

Ella cree que brindar servicios de doula a beneficiarios de Medicaid ayudaría. Hasta ahora, ha habido apoyo bipartidista para la SB 192 y ya fue aprobada por el Senado. Al cierre de esta edición, aún no había recibido una asignación de comité en la Cámara de Representantes.

La importancia de las doulas es clara para las madres que pasaron por partos difíciles o simplemente necesitaban un poco de apoyo adicional.

“[Tener una doula] tambien da poder”, dijo Foster. “Pero hay mucha gente que no puede por el tema economico”.

Si Virgin no hubiera estado en la habitación, dijo, el personal del hospital habría convencido a Foster de tomar una epidural al comienzo de su trabajo de parto y tomar un medicamento que aceleraría las contracciones, todo lo contrario a lo que ella quería; el proceso de parto más natural posible.

Sí, Virgin creó un ambiente relajante en la habitación del hospital de Foster, encendió velas, esparció aceites esenciales y tomó fotografías. Pero, su trabajo como doula fue más allá de eso. Tradujo todo lo que sucedió durante el parto de Foster, la ayudó a eliminar tensiones y a tomar decisiones informadas que se alineaban mejor con sus creencias.

“Ella era mi cerebro en ese momento”, dijo Foster.

Ahora, los buenos recuerdos del nacimiento de Lucca, ahora un niño pequeño, superan a los del dolor físico. “Lo que se viene luego de que el bebé nace”, dijo, “eso si es cosa seria”.

Traducción por Alixel Cabrera.