This is an archived article that was published on sltrib.com in 2012, and information in the article may be outdated. It is provided only for personal research purposes and may not be reprinted.

This is a Spanish translation of a story about Latino voters in Nevada. Go to here for the English version.

Reno • Cuando Julian Soriano se levanta es de noche y hay silencio. Se viste y se prepara para pasar tres horas en carretera para ir al trabajo, aunque lo que gana no le da para pagar la hipoteca de una casa que perderá de todas formas.

Es la 1:30 de la mañana y sus padres están en la cocina con él. Su madre Flora termina de freír unos huevos con cebolla mientras su padre Gonzalo rellena una hielera con bebidas.

Julian, de 27 años, viste camisa naranja y jeans. Mira a sus padres por un momento antes de subir a la camioneta y se coloca el arnés de seguridad para trabajar en la construcción de un puente, empleo que le ocupará durante una semana. Es lo único que ha podido encontrar; no tiene elección. Si rechaza este trabajo puede que no lo llamen para otra cosa en el futuro. Si algo ha aprendido Soriano durante la crisis es que un empleo lo es todo.

"Me siento mal por ellos", dice Soriano. "Mis padres vinieron a este país para darnos una vida mejor".

Él no sabe si una vida mejor es posible, o al menos como era antes, pero todos los anuncios de las campañas políticas dicen que sí, que es posible si votas por Barack Obama o por Mitt Romney.

Las dos campañas electorales consideran a los hispanos como Soriano votantes decisivos en Washoe, condado sin afiliación tradicional a un partido y que puede inclinar la balanza a un lado u otro, al igual que todo el estado de Nevada. Sin embargo, las promesas electorales, aunque se hagan en español, no arreglarán por sí solas los problemas de aquellos que viven en carne propia las consecuencias de la crisis inmobiliaria en el estado.

Por eso cuando Lolis Vazquez y Kristene Biglieri, agentes de bienes raíces, miran a su cliente Soriano, saben que votará según le dicte su experiencia personal.

Las elecciones • Como fichas de dominó, lo que le pase a uno afectará la opinión de muchos otros. En el condado de Washoe parece que todo el mundo sabe de alguien al que le afectó la crisis inmobiliaria. Y esas experiencias que todos conocen y se cuentan son las que condicionan el voto de muchos hispanos.

Andres Ramirez, asesor de campaña con más de 20 años de experiencia en Nevada, cree que el voto hispano en el estado ha sido crucial en las dos últimas elecciones. En 2008 los hispanos representaban el 13% de los votantes registrados y el 15% de los votos emitidos, números de peso en las elecciones.

Obama ganó en Nevada por 12 puntos de diferencia y en el condado de Washoe por un 12,6%.

En 2010, los hispanos eran el 14% de los votantes registrados y el 16% de los votos emitidos. Ramirez cree que estos números sirvieron de ayuda en la disputada reelección del jefe de la mayoría demócrata en el Senado Harry Reid. Para él todo indica que el voto hispano volverá a favorecer a los demócratas en noviembre.

"Las dos campañas están poniendo mucho esfuerzo en Nevada porque la elección se puede decidir aquí", dice Ramirez. "Cuando los dos candidatos están tan igualados suele haber más participación".

Pero no será la propaganda electoral la que influya más en el voto de los hispanos. Según él, la mayor influencia viene de la familia y los amigos.

Y por supuesto Jorge Ramos, el famoso locutor de Univision.

"Él es como la Oprah de los hispanos", dice Ramirez. "Lo que él dice es como el Evangelio".

Sin embargo, Ramos no suele opinar abiertamente sobre política. Así, las historias y experiencias personales que la gente comparte sobre la crisis económica en los últimos años serán determinantes en el voto de muchos.

Vazquez y Biglieri están sufriendo esta crisis como nunca antes. Culpan a los bancos y al Congreso, pero también a Obama por no haber salvado muchas casas del desahucio.

Soriano y su hermano Mauro parecen apoyar a Romney después de haber perdido su casa.

"A mí no me gusta ninguno de los dos", dice Vazquez sobre los candidatos. "Pero haca falta alguien con experiencia empresarial. Obama ha tenido cuatro años y no ha hecho nada".

Zona peligrosa • Un buen ejemplo de cómo está afectando la crisis hipotecaria lo encontramos en pequeñas agencias de bienes raíces como la de Vázquez y Biglieri. Sus herramientas de trabajo son las máquinas de fax, gruesas carpetas llenas de papeles y una enorme pizarra blanca en la que tienen escritas las direcciones de las casas con problemas de pago.

El dúo, que se apoda a sí mismo la Gringa y la Mexicana, trabaja 10 horas al día, seis días a la semana, batallando con los bancos que repiten su ritual burocrático exigiendo recibos de salario y pagos de facturas mensuales.

Julian Soriano entró en zona peligrosa en noviembre, cuando empezó a trabajar menos horas y a cobrar menos. Lo mismo le pasó a su hermano. Fue entonces cuando pensó que lo mejor sería vender la casa, que le costó 247.000 dólares en 2005. Ahora, todo lo que le ofrecieron por ella fue 79.000 dólares.

Le aconsejaron que empezara a buscarse otro sitio donde vivir.

"Siempre pensé que me haría viejo aquí", dice. "Nunca creí que tendría que irme".

Sin embargo, tuvo que renunciar al sueño americano, vender los muebles y quedarse solo con los recuerdos de su vida en esa casa: las fiestas y los asados en familia, las noches viendo la televisión con su novia después de un largo día de trabajo, el techo que les ofreció a sus padres para vivir después de haberlo mantenido toda su vida.

Es una calurosa tarde de sábado. Soriano y su padre hablan de política a la sombra del patio de su casa. Soriano aún no sabe por quién votará. Mira a su padre y éste se queda pensativo por un momento, sonríe y apunta hacia arriba con el dedo.

Dice: "¡Clinton!"

Empate • Las encuestas muestran que la intención de voto en Nevada está mucho más igualada entre los dos candidatos que en 2008, cuando ganó Obama. Las más recientes reflejan una ventaja de Obama de solo 5%. Estos números perfilan las perspectivas de los demócratas en Nevada de forma clara: es necesario un giro importante en la intención de voto, un avance fuerte en el condado de Clark y esperar la victoria en Washoe. Los republicanos confían en recuperar el terreno perdido en Clark y ganar en Washoe.

La población hispana de Washoe es del 22.7%, algo más de 96.600 personas. En el condado hay 219.815 votantes registrados, que ambos partidos se reparten de igual forma.

Daniel Burk, registrador del condado de Washoe, dice que una de las consecuencias de la crisis hipotecaria en Nevada es la pérdida de votantes que perdieron sus casas desde 2008 y tuvieron que dejar el condado. Usando los datos que tiene el servicio de Correos sobre cambios de direcciones y la información de la oficina del registro, Burk dice que el condado ha perdido 14.500 votantes, 4.000 de los cuales dejaron el condado y 500 han muerto. El resto no se han vuelto a registrar para votar, según Burk.

"Eso es muchísimo", dice.

La ley de Nevada permite que una persona que haya cambiado de dirección dentro del condado de Washoe pueda votar aunque no se haya registrado. Solo si se van a vivir fuera del condado tienen que volver a registrase.

No hay datos que expliquen por qué ha descendido el número de votantes en ese área pero Burk sospecha que los desahucios han tenido mucho que ver.

Al menos para Nico Moreno fue decisivo.

El trauma del desahucio • Es domingo por la tarde y el sol cae con fuerza sobre la hierba artificial de este campo de fútbol en Sparks. Hace tanto calor que la gente se refugia bajo los paraguas y sombrillas para ver el partido. Los jugadores corren exhaustos y empapados de sudor. Los niños juegan echándose agua con las botellas y hasta los padres agradecen recibir algún que otro chorro que les llega por accidente.

El equipo de Moreno va ganando por cuatro goles en el segundo tiempo. Hace tanto calor que el otro equipo decide dejar de jugar y abandona el campo. Moreno se encoge de hombros y sale del campo para ir a abrazar a su esposa y sus tres hijos.

Sara Moreno cuenta que perder la casa en la que vivían fue traumático para toda la familia, pero especialmente para su hija mayor de 11 años, que tiene problemas para dormir en la casa de alquiler donde están ahora.

"Fue terrible. ¿Cómo le explicas eso a los niños?", dijo.

Nico Moreno y Yeyson Garabito, también agente de bienes raíces y víctima del desahucio, conocen a muchos agentes con clientes hispanos en el condado de Washoe. Todos comparten información y saben en qué bancos es mejor pedir un crédito.

Garabito, quien ha trabajado con Biglieri y Vazquez, dice que votará por Obama porque "no tiene nada que perder" si renueva el cargo. Moreno se muestra de acuerdo y añade que en el segundo mandato es cuando el presidente puede hacer más cosas pues no se arriesga a perder la reelección.

"Yo creo que Obama puede hacer más porque ahora conoce mejor el problema de las hipotecas", dice Moreno. "Romney tendría que empezar desde cero".

Moreno y los demás jugadores posan juntos para una foto. Justo después ve a uno de sus clientes bajo un paraguas con sus dos hijos.

Es Deisi Gonzalez, organizadora de eventos que también vive en Sparks. La joven de 26 años le mira con una sonrisa, le da un abrazo y le dice que el lunes es el gran día. Ese día tiene que hacer el examen para obtener la ciudadanía estadounidense.

Una nueva ciudadana • González vive en una modesta casa de dos pisos. Tiene en sus manos una hoja de papel que aprieta y exhibe con orgullo.

"Aprobé", dice emocionada. "Llevo todo el día loca de alegría".

Su hija de 11 años le da un abrazo para felicitarla. Últimamente no han tenido mucho qué celebrar. La casa está desordenada y admite que fue difícil encontrar motivación sabiendo que iban a tener que irse pronto. Se divorció hace poco y ahora se le hace imposible pagar la hipoteca.

Ni siquiera trató de vender la casa pues su valor ha bajado mucho. Ella y su marido la compraron en 2006 por 274.000 dólares pero el mejor precio que encontraría ahora para venderla es de 99.000 dólares. La ley de Nevada permite a los bancos exigir al cliente el pago de la diferencia del valor de la casa.

"Es muy difícil para nosotros", dice. "Los niños están acostumbrados a vivir en esta casa".

Ellos saben que las cosas no van bien. Los tres niños duermen en el cuarto de su madre. La mayor duerme en el piso, a los pies de la cama. Este año va a empezar la escuela media y espera que su madre pueda conservar la casa en el barrio de Silver Lake. Justo en frente vive su tío, quien le ayuda cuidando a los niños cuando ella está en el trabajo.

A pesar de todos problemas que tiene ahora, hacerse ciudadana es un paso importante en su vida y está deseando que llegue el miércoles para prestar juramento. Aunque vaya a perder su casa, el sueño americano se está haciendo realidad para ella.

"Es una sensación extraña que ambas cosas pasen al mismo tiempo", dijo. "Ojalá pudiéramos quedarnos en la casa, pero no puede ser".

En cuanto se haga ciudadana piensa registrarse para votar. Gonzalez dice que está sobreviviendo a la crisis económica y que quiere participar en las elecciones.

"Yo quiero votar", dice. "Es importante".

Ya ha empezado a informarse y a leer sobre Obama y Romney, y habla con su familia y amigos sobre los dos candidatos. Incluso habla de ello con su hija, pero admite que aún no sabe lo suficiente sobre ellos para decidirse por uno.

Por ahora no sabe por quién votar.

Un votante indeciso en un condado indeciso de un estado indeciso podría ser clave en la elección del presidente. —

Serie • El voto hispano

The Salt Lake Tribune, en colaboración con el Instituto de Justicia y Periodismo de la Universidad de Oklahoma, ha estudiado el voto hispano en dos estados decisivos para las elecciones presidenciales de este año. En esta primera parte del reportaje tratamos el peso de la abstención electoral entre los hispanos de Colorado. En la segunda parte, que se publicará el domingo, abordaremos cómo la crisis del sector inmobiliario y los desahucios están afectando al voto hispano en el condado de Washoe, un condado sin un partido favorito claro para ganar las elecciones en el estado de Nevada. Estos dos estados vecinos de Utah serán clave en las elecciones presidenciales, y el voto hispano puede ser de gran importancia.